La custodia compartida es aquella en la que los progenitores mantienen tanto la custodia legal como la convivencia física con los hijos en común en una situación de separación o divorcio.
En España, esta opción se está convirtiendo cada vez más en la más elegida por aquellos progenitores que quieren seguir siendo parte activa en la vida de sus hijos tras el divorcio.
El rasgo distintivo de la custodia compartida es que ambos progenitores mantienen la responsabilidad legal y la autoridad en relación con el cuidado y control de los hijos en común.
En algunos casos, la custodia compartida no es conveniente por motivos laborales, geográficos o por la existencia de conflictos muy graves, como en los casos de violencia de género. Pero en el resto de los casos, los expertos sostienen que suele ser la opción más positiva para los hijos.
Estas son algunas de sus ventajas:
- En primer lugar, la custodia compartida permite a los padres mantener una relación cercana con sus hijos. De esta forma, podrán seguir viendo a ambos con regularidad, lo que les permite mantener un vínculo fuerte y saludable entre ambos.
- La falta de políticas de conciliación familiar suele perjudicar a los dos progenitores si no tienen la custodia compartida. Y es que, en ocasiones, el progenitor sobre quién recae la custodia exclusiva puede verse afectado en su vida debido a que recae sobre este el peso del cuidado de los hijos. Con la custodia compartida, los dos progenitores están presentes e implicados por igual en su cuidado, hay más posibilidades de conciliar y los dos progenitores tienen más tiempo para rehacer poco a poco su vida.
- Un proceso de divorcio suele ser difícil para todas las partes, especialmente para los hijos. La custodia compartida es una opción que permite que esta etapa, y la posterior, no sea tan brusca para ellos, pudiendo mantener cierta “normalidad” dentro de la situación. Esto les ayuda a sobrellevar mejor el proceso de divorcio.
¿Cómo se solicita la custodia compartida?
En España, la custodia compartida está legalmente reconocida desde el año 1998. Sin embargo, la ley no establece ningún procedimiento específico para llevarla a cabo, lo que ha dado lugar a una gran variabilidad en su aplicación en el territorio.
Durante el proceso de divorcio, si este es de mutuo acuerdo, los progenitores pueden acordar esta modalidad de custodia, algo de lo que deberá quedar constancia en el Convenio regulador.
Si una pareja decide solicitar la custodia compartida después de un divorcio o separación, lo primero que deberán hacer será acudir a un abogado especializado en divorcios y familia. El abogado le ayudará a preparar un acuerdo de custodia compartida que incluya detalles como la distribución del tiempo y responsabilidades entre ambos progenitores, así como la manera en la que se tomarán decisiones importantes en relación a los hijos.
Una vez que dicho acuerdo esté listo deberá reflejarse debidamente en el Convenio regulador y presentarse ante el Juez de Familia competente. Este revisará el acuerdo y, si considera que es en el interés superior de los hijos lo aprobará. Es importante recalcar que la custodia compartida debe ser evaluada previamente por el Juez.
En el caso de que no exista acuerdo entre los progenitores sobre la custodia de sus hijos, será el Juez el que decida a qué progenitor le otorgará la custodia, teniendo en cuenta el interés superior del menor.
Llegar a un acuerdo acerca de la custodia de los hijos es muy recomendable por el bien de todos los integrantes de la familia. Nuestro despacho de abogados de Las Palmas está especializado en procesos de divorcio y podrán ayudarles a alcanzar los mejores acuerdos. No dude en solicitar nuestro asesoramiento legal